La tecnificación del riego en la agricultura

La tecnificación del riego en la agricultura

Desde su origen, la agricultura ha sufrido una gran evolución. Asimismo, las técnicas de producción han experimentado grandes avances para optimizar el proceso productivo, permitiendo cultivar cada vez más variedades vegetales, con diferentes necesidades hídricas, climáticas y nutritivas.

La escasez de agua es una realidad del sureste español, una situación que ha llevado a la búsqueda de nuevos sistemas productivos que permitan una agricultura compatible con el riego.

Es así como se inicia el proceso de tecnificación de los sistemas de riego, mediante el empleo de métodos que minimizan el consumo de agua y se adaptan a las diferentes necesidades del cultivo. Entre los procedimientos encontramos:

 

  • Riego por aspersión: diseñados para aplicar el agua de forma localizada, simulando la lluvia y asegurando un riego de los cultivos eficiente que minimice el consumo de agua.
  • Riego por microaspersión: son sistemas similares a los anteriores, caracterizados por una aplicación del agua de riego mediante gotas de menor tamaño y con una mayor uniformidad.
  • Riego por goteo: es el más eficiente y el más empleado en la Región de Murcia. Este sistema se basa en la distribución de tuberías cercanas a los pies de los cultivos. A través de los goteros incorporados en las mismas, aplican el agua lentamente y de forma localizada, generando un bulbo húmedo en la zona en la que se encuentran las raíces para reducir al máximo el consumo de agua. Entre sus ventajas destacan:
    • Disminuye la presencia de hierbas nocivas al no humedecer toda la superficie del suelo.
    • Reduce el riesgo de aparición de enfermedades al aplicarse el agua directamente al suelo.
    • Evita los encharcamientos.  
    • Posibilita aplicar fertilizantes con el agua de riego, lo cual se conoce como fertirriego.

Una vez implantados estos sistemas en las explotaciones, la optimización del riego ha ido más allá, no solo perfeccionando dichos sistemas sino que además, se ha buscado nuevas formas de reducir el consumo de agua al mínimo indispensable. Se han encontrado diferentes sensores de medición en continuo y estaciones meteorológicas que en la actualidad se suelen emplear en campo. 

Las estaciones meteorológicas aportan gran cantidad de información que se utiliza en la programación del riego para un uso más eficiente. Como resultado, suelen existir diferencias entre algunos de los parámetros empleados y los valores reales de las fincas a regar. Por ello y con el fin de obtener datos más exactos, cada vez son más los agricultores que optan por instalar este tipo de estaciones en sus parcelas.

Paralelamente, las sondas y sensores se están convirtiendo cada vez más en una parte indispensable de los sistemas de producción. Entre estos instrumentos destacan los tensiómetros o las sondas de humedad, ambos utilizan una metodología diferente. Estos persiguen un mismo objetivo: informar al agricultor del momento preciso en el que deben aplicar el riego de forma que no se emplee agua en exceso, pero se garantice que la planta recibe todo el aporte hídrico necesario para su desarrollo.

La Región de Murcia es pionera en la implantación y desarrollo de sistemas resultantes de la extensiva tecnificación del riego. La Universidad Politécnica de Cartagena, así como el IMIDA y otros centros de investigación llevan a cabo numerosos proyectos que perpetúan la continua optimización del consumo de agua, pero toda esta empresa sería infructuosa si no llegase hasta el agricultor. Por ello, uno de los principales objetivos de los centros CIFEA de Jumilla, Lorca, Molina de Segura y Torre Pacheco es llevar a cabo una labor de transferencia tecnológica acercando a los agricultores todas estas nuevas tecnologías desarrolladas tanto en universidades como en centros de investigación.

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